Se caracteriza por
la inoculación de un medio de cultivo estéril con
microorganismos, por un período específico de reacción.
Durante este tiempo, se alteran las concentraciones de células,
sustrato (fuente de carbono, sales, nutrimentos, vitaminas, etc.)
y producto. Una buena mezcla asegura que no existan diferencias
locales significativas en la composición y en la temperatura de
la mezcla de reacción. Por otra parte, la reacción no es
estacionaria.
Las ventajas de una operación
por lotes son:
Bajo
costo de inversión ya que no se emplean muchos
dispositivos de control,
Gran
flexibilidad puesto que el biorreactor se usa para la
producción de varias sustancias y especificaciones de
producto,
Altos
niveles de conversión como resultado de un período de
cultivo bien definido,
Menor
riesgo de infecciones y mutación celulares debido a los
períodos relativamente cortos de cultivo.
Las desventajas de una
operación de este tipo son:
Gran
desgaste de los instrumentos de medida debido a la
frecuente esterilización,
Ensuciamiento
del reactor debido a la preparación de numerosos
subcultivos para inóculo,
Altos
costos de personal ya que es necesario un control
adecuado y estricto del proceso no estacionario, lo que
involucra personal y equipos apropiados,
Gran
riesgo para el personal de servicio, al estar expuestos
al posible contacto con algunos microorganismos
patógenos o productos tóxicos.
El uso de un proceso por lotes
se recomienda cuando:
Están
involucradas pequeñas cantidades de producto,
El
reactor se utiliza para la producción de varias
sustancias,
Existe
un alto riesgo de contaminación,
Se
presenta un elevado riesgo de mutación,
La
separación del producto del medio de cultivo es
discontinua.