Operación continua
Caracterizada por el
hecho que el medio de cultivo se alimenta continua y
homogéneamente al biorreactor y debe ser constante, si se opera
en estado estacionario; el medio añadido puede ser estéril o
contener los microorganismos que se van a utilizar. La mezcla
reaccionante se extrae del reactor también de forma continua.
Todas las variables de reacción y los parámetros de control
permanecen constantes a través del tiempo; como resultado de lo
anterior, se establece un estado estacionario en el reactor
seguido por una productividad y una salida constantes.
Las ventajas de la
operación continua son:
Grandes
posibilidades para la mecanización y la automatización
Bajos
costos
Menor
volumen del reactor, ya que no se presentan períodos de
tiempo no productivos dedicados a la descarga, carga y
esterilización
La
calidad del producto es constante puesto que las
condiciones de operación permanecen invariables
Menor
posibilidad de exposiciones peligrosas del personal de
servicio a microorganismos patógenos o materiales
tóxicos, debido a la mayor mecanización del proceso
Menor
desgaste y maltrato de los instrumentos en la
esterilización.
Las desventajas de la
operación continua son:
poca
versatilidad puesto que sólo es posible efectuar ligeros
cambios en las variables de proceso (homogeneidad,
composición del medio, concentración de oxígeno,
temperatura),
la
calidad de las materias primas debe ser uniforme ya que
las condiciones de operación no pueden acondicionarse
fácilmente,
elevados
costos de inversión, debidos principalmente a los
equipos de control y automatización y a la
esterilización continua del medio,
la
renovación continua de sustratos sólidos no solubles
(como la paja) puede ser muy costosa,
alto
riesgo de contaminación y de mutación de los
microorganismos debido a los largos períodos de cultivo.
Con base en las ventajas
y desventajas mencionadas anteriormente, la operación continua
se recomienda en aquellos procesos caracterizados por sus altas
velocidades de producción; para sustratos sólidos solubles,
gaseosos o líquidos y cuando los microorganismos utilizados
posean una elevada estabilidad a la mutación.